10/1/17

ENTREGA DE PREMIOS. IV CONCURSO DE CUENTOS DE NAVIDAD








TEXTOS DE LOS GANADORES DEL IV CONCURSO DE CUENTOS DE NAVIDAD

TEXTOS DE LOS GANADORES DEL IV CONCURSO DE CUENTOS DE NAVIDAD

Educación Primaria:

1º NIVEL: DANIELA BENÍTEZ SÁNCHEZ,  1º B (La pequeña tortuguita)

PAPÁ NOEL Y EL SECRETO DEL NIÑO

Érase una vez, el día de Papá Noel un niño estaba muy contento, pero a las doce de la noche el niño se despertó y escuchó: “¡Jo, jo, jo, vamos Rudolf, tenemos que repartir regalos!”. El niño fue corriendo al salón y se encontró el sofá lleno de regalos. ¡Era impresionante! La leche y el plato de las galletas estaban vacíos y en le plato había migas de galletas.
Éste cuento se ha acabado.


2º NIVEL: ADRIÁN SEVILLA TORRES,  2º A (Pikachu)

LA NAVIDAD DE PAQUITO

                Érase una vez, un niño que se llamaba Paquito. Le gustaba mucho la Navidad, pero ese año estaba un poco triste porque su padre trabajaba en otro país y no podrían estar juntos. El día de Navidad Paquito se levantó muy temprano para abrir los regalos de Papá Noel y allí estaba…, la bici que él había pedido. Junto a ella había una nota que decía: “El mejor regalo que puedo hacerte está al llegar. Firmado Papá Noel”.

                En ese momento, llamaron a la puerta. Paquito abrió la puerta y… ¡era su padre! Ahora sí que estaba feliz.



3º NIVEL: MARTA MANCHEÑO AHUMADA, 3º C (Talking Ángela)

LA NAVIDAD YA ESTÁ AQUÍ

                Había una vez, una niña llamada Marta. Ya casi se había terminado el colegio, quedaban cinco días. Ella se había portado muy mal, contestándole a sus padres, no hacía lo que sus padres le decían…

                Marta hacía lo que le daba la gana, así que se acercaba el día de los Reyes Magos y ella tan nerviosa no durmió por la noche y cuando se despertó a ella solo le trajeron carbón, porque como se había portado tan mal con sus padres, no le trajeron nada.

                Marta se quedó en el sofá pensando como se había portado todo el año. Marta se dio cuenta, por eso ella estaba muy triste. Al año siguiente, ¡se portó muy bien! Ya no le contestaba a sus padres, hacía lo que sus padres le dijeran… Así, que le trajeron muchas cosas: una Barbie, los Nenucos, un juego de mesa… Marta se puso muy contenta y así todos los años.

           

4º NIVEL: MARCO TOSCANO MARCOS, 4º C (Jerónimo)

LA MAGIA DE CREER

                El año pasado no creía en la Navidad. Pensaba que era un invento de los mayores aprovechando un acontecimiento religioso, pero fue ese año cuando escuché dormido unos cascabeles procedentes del oscuro cielo de “Nochebuena”. Me asomé pero no había nada. De repente, escuché el mismo sonido, pero esta vez, provenía de la sala de estar. Bajé los escalones lentamente, y me sorprendió encontrarme un cascabel brillante en el suelo, pero no sonaba. Pero, de repente, el cascabel reflejó a Papá Noel. Me cogió de la mano, lo que demostraba que era real.

                Empezaba a creer. Además, me subió a su trineo mágico. Pero intentando acariciar a los renos me quedé dormido. A la mañana siguiente, me desperté encima de un regalo de Navidad, lo abrí y descubrí que era el cascabel que no sonaba. Pero ahora, sí sonaba, y ponía una nota en la que se encontraba escrito con pluma: “Cree”.



5º NIVEL: ÁNGELES CONSTANCIA APARICIO MORA, 5º B (Brillada)
               
LA ESTRELLA QUE VOLVIÓ A BRILLAR
               
                Érase una vez, una estrella que vivía en el firmamento. Era muy feliz porque nunca estaba sola, nunca se aburría, estaba rodeada por sus hermanos y hermanas. Allí hablaban, cantaban, jugaban… Lo que más le gustaba era iluminar y observar a la gente desde allí arriba. Y así pasaban los días.

                Por la mañana, todos dormían y descansaban del duro trabajo que era brillar por la noche. El cielo era muy grande y la estrella soñaba con viajar a través de él para conocer otros mundos. Pero un día, todo eso cambió. Una noche al despertarse notó algo raro, todo había cambiado, nada parecía lo mismo. Al mirar a su alrededor no vio a sus hermanos y hermanas, y empezó a tener miedo.

                Observó lo que le rodeaba y no entendía nada. Tenía miedo, ya no flotaba. Ahora, estaba en un sitio húmedo y frío. Veía cosas que no había visto nunca, tan cerca como luces, coches, personas y casas… Entonces, se dio cuenta de que no estaba en el firmamento. Había caído a la Tierra. No sabía que podía haber pasado para encontrarse en esa situación. Ahora, estaba triste, sola y sin poder pedir ayuda a su familia. ¿Qué iba a hacer ella ahora? Se puso tan triste que no podía dejar de llorar, imaginando como podría haber sido su vida en el cielo. Ya no volvería a iluminar a nadie nunca más y no podría jugar y reír con sus hermanas.
Pensó que no volvería a ser feliz.

                Pero, de repente, todo cambió. Notó como unas manos pequeñas la cogían y la arropaban, y escuchó:

-       “¡Mamá, mamá, la he encontrado, la he encontrado!”.

Todo su mundo y todo lo que había conocido cambió en un segundo. Al abrir los ojos vio que estaba en una habitación toda iluminada, decorada con guirnaldas de colores, luces y un árbol gigante que ella estaba coronando. Había una mes totalmente arreglada, decorada y con muchas personas a su alrededor que estaban felices y contentas.

                Ahora, sabía que volvería a brillar y que iluminaría a esa familia todos los días de su vida.



 6º NIVEL: MARÍA CLARA DE SANTA BÁRBARA OLIVEIRA, 6º B (El espíritu navideño)

EL PAÍS DE LA NAVIDAD

                Hace mucho tiempo, en Londres vivía un niño llamado Lucas con su madre. Lucas tenía un gran espíritu navideño, pero su madre no. A ella no le gustaba la Navidad.

                Un día, su madre y él estaban cenando. De repente, se escuchó un ruido que venía del sótano. Lucas se asustó. Entonces, bajaron a ver qué pasaba.

                Cuando bajaron al sótano se dieron cuenta de que los ruidos venían del viejo armario de la abuela. Era un viejo armario de madera, con unas puertas muy grandes, las cuales se movían sin parar. La madre de Lucas decidió abrirlo para ver qué pasaba en su interior. De repente, fueron absorbidos hacia el país de la Navidad.

                Cuando llegaron a este país mágico descubrieron una puerta encantada para poder entrar, en la cual había dos guardias elfos. Una vez que llegaron a la puerta, los elfos le dijeron que tenían que poner una mano en la máquina del espíritu navideño para poder entrar. Lucas puso su mano y entró, pero su madre no pudo.

                ¿Qué pasaba con la madre de Lucas? Los elfos le dijeron:

-       “Si no te gusta la Navidad no podrás entrar aquí”.

La madre les contestó que desde su infancia tiene malos recurados de esta época. Los elfos decidieron ayudarla cambiando sus recuerdos tristes en recuerdos felices.

Cuando consiguieron entrar, descubrieron un país solo de Navidad, lleno de luces, adornos navideños y un enorme abeto entre otras cosas. Hicieron un recorrido en trineo y durante este recorrido pudieron ver elfos, la casa de Papá Noel, la fábrica de regalos, una tienda de dulces navideños… Allí estuvieron todo el día y se lo pasaron genial.


Desde que volvieron de aquel maravilloso viaje, estaban mucho más contentos y decidieron decorar la casa y vivir, desde ese día, la Navidad con mucha ilusión.