19/12/17

GANADORES V CONCURSO ESCOLAR DE CUENTOS DE NAVIDAD

GANADORES V CONCURSO DE CUENTOS DE NAVIDAD

Educación Primaria:

1º NIVEL: RAMÓN BARUTELL LLORET,  1º A (Monchopolo)

JAIME Y LOS REYES

Hace mucho tiempo, la noche de los Reyes Magos, los Reyes fueron a la casa de un niño llamado Jaime a dejarles los regalos. Un Rey Mago tropezó con la caja de uno de los juguetes de Jaime que no había recogido y se rompió una pierna. Con ese ruido, Jaime se despertó y vio de repente a los tres Reyes Magos. Cuando los vio se quedó con la boca abierta y el niño ayudó a los Reyes a repartir los regalos y cuando terminaron, los Reyes Magos le dieron una corona y le nombraron Paje Real. Y cada año le recogían los Reyes Magos a Jaime para repartir los regalos. 


2º NIVEL: ELENA GORDILLO CALVENTE,  2º A (Estrella)

LA ESTRELLA FUGAZ

                Había una niña que estaba muy triste porque no tenía dinero. Un día vio una estrella fugaz y le pidió un deseo, que sus papás tuvieran dinero para poder comprar comida y juguetes de ponys. A la mañana siguiente se encontraron bajo el pequeño árbol un sobre con dinero, mucha comida y juguetes de ponys.
  

3º NIVEL: DANIELA GÓMEZ SÁNCHEZ, 3º A (La estrella fugaz)

UN REGALO DE NAVIDAD

                Érase una vez, una niña que se sentía sola porque en su nuevo colegio se burlaban de ella y le insultaban niños y niñas. La niña siempre tenía la pregunta en la cabeza de por qué no tenía amigos.

                Cuando hizo la carta a sus Majestades de Oriente, solo escribió una frase: “Queridos Reyes Magos: quiero amigos”.

                La mañana de día los Reyes Magos la niña abrió su regalo. ¡Era una foto de sus antiguos amigos del anterior colegio! En el dorso de aquella foto ponía: “Como somos los Reyes Magos podemos hacer mágica la Navidad, pide ese deseo que tanto quieres. La niña cerró los ojos y deseó que estuvieran allí, con ella, sus antiguos amigos. De pronto, de aquella misteriosa foto empezaron a salir niños y niñas envueltos en una brillante luz. Jugó con ellos todo el día. Fue fantástico y genial.

                Los Reyes Magos le habían traído el mejor regalo que pueden hacerle a una niña: la amistad.
            

4º NIVEL: DANIELA MONTES FERNÁNDEZ, 4º C (Arcoíris)

YOAO, EL NIÑO QUE NO CONOCÍA LA NAVIDAD

                Hace muchos años, vivía en África un niño que era huérfano. Vivía en una casita muy humilde con una familia que lo cuidaba. Yoao iba al colegio de su poblado. Era muy pobre y ya tan pequeño sabía lo que era pasar necesidad. Tenía muchos amigos con los que jugaba en la calle, cuando podía. Otros días, ayudaba a su familia recogiendo cartones, los cuales vendía para ayudar en casa.

                Cada año, cuando llegaba la Navidad siempre pedía el mismo deseo, viajar a algún lugar donde existiese la Navidad y así poderla conocer.                 Una noche vio una estrella que caía, cuando llegó al lugar donde se apagó, vio con asombro a un hombre vestido de rojo y barba blanca. Llevaba unos animalillos con grandes cuernos, había un trineo y un saco lleno de regalos. Yoao ayudó a este hombre y a sus animalitos.

                Aquel hombre le concedió un deseo y Yoao pidió encontrar una familia en un lugar donde existiese la Navidad. A la mañana siguiente dejó una nota y se marchó con aquel hombre que lo llevó a la Ponia, donde siempre es Navidad. Yoao lloraba de alegría cuando conoció aquel lugar con tanto amor y tantas luces de colores, grandes árboles iluminados de luces. Auqel hombrecillo vestido de rojo era Papá Noel. Le explicó quien era y lo acogió como si fuese su hijo. Desde aquel día, cada niño del poblado recibía en Navidad bonitos regalos, incluso algún año nevaba. También, recibieron adornos y luces para decorar aquel poblado.

                Desde entonces, todos los niños conocen y celebran la Navidad, reuniéndose con su familia y amigos.



5º NIVEL: MARÍA DÍAZ RUIZ,, 5º C (Duendecilla)
               
EL DUENDE DE LA NAVIDAD
               
                Era un día de Navidad en Suecia que estaba nevando. Una niña llamada Laura salió a su calle a jugar con su perra Maky. La madre le dijo que fuera a comprar a una tienda de Navidad. Laura le dijo a su madre:

-       ¡Mamá, mamá, mira ese duende! ¡Es superbonito!

La madre miró el precio y costaba 216 €. La madre lo compró y se lo llevó a su casa. Ya era la hora de dormir y mañana
vendrían los renos y Papá Noel. Laura y Marisa se acostaron, al rato, el duende llamó a Laura. Ella se asustó, lanzó un grito y despertó a su madre. Antes de que Marisa apareciera, el duende se llevó a Laura y la transportó al país en el que vivía Papá Noel. Laura se quedó impresionada al ver un lugar tan bello. El duende se llamaba Valentín, el mejor duende y de mayor confianza de Papá Noel.

Marisa, después del grito fue a mirar lentamente si Laura estaba en su cama, con la puerta entreabierta se asomó a mirar, pero Laura para que su madre no se enterara de que se fue con Valentín, puso una cabeza de muñeca en la cama y Marisa se fue tranquilamente a su cama.

                Mientras que Laura estaba con Valentín, buscaba a Papá Noel y por fin lo encontró, y le preguntó nerviosa:

-       ¡Hola! Soy Laura, tú debes ser Papá Noel. Era para decirte si podría ayudarte. – Y dijo Papá Noel:

-       Perfecto, es lo que necesito. Gracias, Laura.

Se pusieron en la fábrica de juguetes. Laura iba diciendo:

-       ¡Esto lo quiero, esto también!

Después de varias horas, por fin terminaron y había que ordenarlo por cada trineo.

-       Uno, dos, tres… Ahora sí que hemos terminado.

Laura miró la hora y eran las doce. Se despidió de todos y le dijo a Valentín que le llevara a su casa.

-       Un, dos, tres… A su casa iré.

Marisa despertó a Laura, pero estaba supercansada. Marisa dijo:

-       Laura, ¿cómo vas a estar cansada? ¡Si has dormido toda la noche!

Laura sonrió y abrió sus regalos. Debajo de un regalo había una nota de Papá Noel que decía: “Laura, muchísimas gracias. Si no hubiera sido por ti, nadie tendría sus regalos”.

Laura se sintió superbien. Eran sus mejores Navidades. Desde aquellas Navidades Laura espera que Valentín vuelva a visitarla para pedirle ayuda.



6º NIVEL: LAURA GÓMEZ MACHÍN, 6º B (Swimmer_06)

LA VIDA DE UN ÁRBOL NAVIDEÑO EN NAVIDAD

                Hola, me llamo Bruselash y soy un árbol de Navidad. Os voy a contar los días de Navidades en primera línea.

                Después de casi un año en la caja metido, me sacan para montarme y adornarme. Me encanta cuando me montan porque uno a toda la familia, ríen mucho. El día de Navidad viene toda la familia y me dicen que estoy muy guapo y yo me pongo muy contento. Me encanta ser un árbol navideño, porque es la época en la que los niños están muy ilusionados. Me encanta cuando cada día me encienden las luces de colores. Me siento la estrella de la sala.

                Os confieso que el día 5 por la noche me pongo muy nervioso, tanto que a veces los niños de mi casa han notado cómo tiemblo, por lo que tengo que tener mucho cuidado y disimular. Si me dejara llevar sería capaz de tirar los adornos y las luces que tengo. ¡Ahhh! No puedo olvidar el privilegio que tengo de ver a los Reyes Magos y a sus camellos. Os confesaré una cosa, Melchor es un poco gruñón, Gaspar es un poco torpe, pero el más cariñoso; siempre me saluda y acaricia mis hojas. Y de Baltasar os diré que es el más bueno, siempre quiere ayudar a sus dos compañeros.

                Entonces, llega el gran momento. Bien temprano, nada más salir el sol, se escucha a los piececitos de mis niños y oigo a uno susurrar:

-       Vamos, creo que ya han venido los Reyes”. -  A lo que el otro le contesta.
-       Ve despacio y mira si los regalos están debajo de Bruselash.

Entonces, bajan corriendo y se tiran a mis pies y como locos abren sus regalos, comprobando si es lo que han pedido.

Lo que no saben es que el mejor regalo de la Navidad me lo han hecho ellos a mí con sus caritas de felicidad.